Maneras de entrevistar - Opinión

La Vanguardia | 22/03/2010 | Participación

Aquellos que se hayan dado un paseo por las televisiones europeas, y más concretamente por las del Reino Unido, se habrán dado cuenta de que no todas las prácticas periodísticas seguidas en las entrevistas son exactamente las mismas que muchas de aquí. Programas como Hard Talk (que se podría traducir como "una charla dura") o Newsnight son, desde hace años, referente en el país. Entre otros, Stephen Sackur y Jeremy Paxman, presentadores de dichos programas, ejercen su profesión, según palabras del propio Paxman, trasladando a los políticos y demás entrevistados, aquellas preguntas que creen que querrían hacer quienes les ven. El resultado de esto es muchas veces la perplejidad, confusión, rubor e incluso la ira contenida de los que se sientan frente a ellos. Paxman ha llegado a hacer la misma pregunta hasta catorce veces a un desencajado Michael Howard cuando era secretario de estado del interior, o dejar en evidencia a Tony Blair, por no entender absolutamente nada de un informe que había firmado cuando era primer ministro. Lo pueden ver a través de YouTube si buscan "Paxman grilling". Se trata de poner contra las cuerdas al entrevistado intentando aclarar cuál es la verdad. Los conductores del programa, si creen que la pregunta no ha sido respondida con suficiente claridad, ven como solución volverla a hacer. Dos, tres, cuatro, y hasta catorce veces si hace falta.

Bien: ¿y por qué digo todo esto? Pues porque justamente es la técnica que más o menos utilizó Mónica Terribas en la entrevista al señor Montilla el pasado día 15 de marzo. ¿Y por qué no se practica más?, algunos se dirán. Muy sencillo, porque actúa de filtro y detector, y claro: no interesa. Si no, ¿cómo se explica que seres como Miguel Ángel Martín puedan tener un cargo en el PSC? Newsnight, que emite la BBC cada noche de lunes a viernes, se dedica a entrevistar concejales, regidores, alcaldes, ministros etc. para tomar el pulso a la política nacional primordialmente. De ahí que muchos ganen o pierdan credibilidad. De hecho, se hace público quiénes no quieren hacer acto de presencia en el programa. Se trata de acercar a los desconocidos al electorado, y de eso, aquí, vamos un poco faltos.