Motos en la acera - Artículo de opinión

La Vanguardia | Barcelona | 29/11/2009 | Participación

El otro día al salir de casa casi me atropella una moto de gran cilindrada que campaba a sus anchas por la acera. Mis reflejos no me traicionaron y pude hacer marcha atrás para evitar ser embestido. Irritado por la imprudencia, me dirigí a amonestar al motorista y pedirle explicaciones. Le dije que era una irresponsabilidad conducir una moto de tales dimensiones por donde andan los peatones abarcando gran parte del pavimento. No entendía por qué tenía que circular y aparcar en la acera. Menos aún cuando había espacios libres en el aparcamiento de motos en la calzada.

Su respuesta me sorprendió; supongo que no estaba al día de lo que ocurre en materia motorista en la ciudad. Después de disculparse, me explicó que era la tercera moto que compraba en cuatro años. Las anteriores se las habían robado estando aparcadas en la calzada. Esta última, de mayores prestaciones, quería evitar a toda costa que sufriera el mismo destino. Me explicó que en Sarrià-Sant Gervasi, los ladrones operan de noche utilizando una furgoneta de tamaño mediano: suben las motos y se las llevan, con candado incluido. Normalmente, son de pequeña y mediana cilindrada. Es por esto que muchos prefieren amarrarlas a un árbol, una señal o cualquier pieza de mobiliario urbano, lo que les obliga a tener que subirse a la acera. Entiendo que no es excusa para aparcar en la vía peatonal, pero señor Hereu: ¿de qué sirve poner aparcamientos para motos si la inseguridad ciudadana aumenta?